top of page

Con Jesús, en el desierto. Domingo, 21 de febrero 2021 - (Homilía)

  • Eduardo Ibáñez García
  • 20 feb 2021
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 20 jul 2021

Día del Señor


Tiempo de Cuaresma – Ciclo B

Primer domingo

21 de febrero – 2021

  • Primera lectura: Génesis 9, 8-15

Dijo Dios a Noé y a sus hijos: “Esta es la alianza, que establezco con ustedes: No volveré, a exterminar la vida con el diluvio, ni habrá otro diluvio que destruya la tierra”. Y añadió: “Esta es la señal, de la alianza perpetua que yo establezco con ustedes y con todo ser viviente, que esté con ustedes. Pondré mi arco iris en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra…” (Génesis 9, 8. 12-13)

  • Salmo: 24, 4-9

Descúbrenos, Señor, tus caminos. Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. (Salmo 24, 4-5)

  • Segunda Lectura: 1 Pedro 3, 18-22

San Pedro, apóstol de Jesucristo, nos dice: Hermanos: En esta ocasión, Jesus, fue a proclamar su mensaje, a los espíritus encarcelados, que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé, cuando la paciencia de Dios aguardaba, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron flotando sobre el agua. Aquella agua era figura del bautismo, que ahora los salva a ustedes y que no consiste, en quitar la inmundicia corporal, sino en el compromiso, de vivir con una buena conciencia ante Dios, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro. (1 Pedro 3, 19-21)

  • Evangelio: San Marcos 1, 12-15

El evangelista San Marcos, proclama que, el Espíritu, impulsó a Jesús, a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían. (Marcos 1, 12-13)


Lecturas consultadas en:


Id y enseñad,

La Biblia Latinoamérica,

La Biblia de las Américas y

Nuevo Misal del Vaticano II



 

Comienzo, de la Buena Nueva de Jesucristo

(Marcos 1)


…el Espíritu, empujó a Jesús al desierto. Estuvo cuarenta días en el desierto y fue tentado por Satanás. (Versículos 12-13)

 


Con Jesús, en el desierto

Concentrémonos, en la frase inicial del Evangelio: El Espíritu, empujó a Jesús al desierto. Contiene un llamamiento importante, en el inicio de la Cuaresma. Jesús, acababa de recibir en el Jordán, la investidura mesiánica, para llevar la buena nueva a los pobres, sanar los corazones afligidos, predicar el reino. Pero no se apresura, a hacer ninguna de estas cosas. Al contrario, obedeciendo a un impulso del Espíritu Santo, se retira al desierto, donde permanece cuarenta días, ayunando, orando, meditando, luchando. Todo esto en profunda soledad y silencio.


Ha habido en la historia, legiones de hombres y mujeres, que han elegido imitar a este Jesús, que se retira al desierto. En Oriente, empezando por san Antonio Abad, se retiraban a los desiertos de Egipto o de Palestina; en Occidente, donde no había desierto de arena, se retiraban a lugares solitarios, montes y valles remotos.


Pero, la invitación a seguir a Jesús en el desierto, se dirige a todos. Los monjes y los ermitaños, eligieron un espacio de desierto; nosotros debemos elegir, al menos, un tiempo de desierto. Pasar un tiempo de desierto significa, hacer un poco de vacío y de silencio, en torno a nosotros, reencontrar el camino de nuestro corazón, sustraerse al alboroto y a los apremios exteriores, para entrar en contacto, con las fuentes más profundas de nuestro ser.


Bien vivida la Cuaresma, es una especie de cura, de desintoxicación del alma. De hecho, no existe sólo la contaminación de óxido de carbono; existe también la contaminación acústica y luminosa. Todos estamos, un poco ebrios de jaleo y de exterioridad. El hombre envía sus sondas, hasta la periferia del sistema solar, pero ignora, la mayoría de las veces, lo que existe en su propio corazón. Evadirse, distraerse, divertirse; son palabras que indican, salir de sí mismo, sustraerse a la realidad. Hay espectáculos de evasión (la TV, los propina en avalancha), literatura de evasión. Son llamados, significativamente, ficción. Preferimos vivir en la ficción, que en la realidad. Hoy se habla mucho de alienígenas, pero alienígenas o alienados, lo estamos ya por nuestra cuenta, en nuestro propio planeta, sin necesidad de que vengan otros de fuera.


Los jóvenes, son los más expuestos, a esta embriaguez de estruendo. Que se aumente el trabajo de estos hombres –decía de los hebreos, el faraón a sus ministros- para que estén ocupados en él, de forma que no presten oído a las palabras de Moisés y no piensen en sustraerse de la esclavitud (Exodo 5, 9). Los faraones de hoy, dicen de modo tácito, pero no menos perentorio: Que se aumente el alboroto sobre estos jóvenes, que les aturda, para que no piensen, no decidan por su cuenta, sino que sigan la moda, compren lo que queremos nosotros, consuman los productos que decimos nosotros.


¿Qué, hacer? Al no podernos ir al desierto, hay que hacer un poco de desierto, dentro de nosotros. San Francisco de Asís, nos da, al respecto, una sugerencia práctica. Tenemos, -decía- una ermita siempre con nosotros; allí donde vayamos y cada vez que lo queramos, podemos encerrarnos en ella como ermitaños. ¡El eremitorio, es nuestro cuerpo y el alma, es la ermita que habita dentro! En este eremitorio portátil podemos entrar, sin saltar a la vista de nadie, hasta mientras viajamos en un autobús concurridísimo. Todo consiste, en saber volver a entrar en uno mismo, cada tanto.


¡Que el Espíritu, que empujó a Jesús al desierto, nos lleve también a nosotros, nos asista en la lucha contra el mal y nos prepare, a celebrar la Pascua, renovados en el espíritu!

Adaptación del texto de la homilía del P. Raniero Cantalamessa, ofmcap

Comments


MESC
SNSSC

Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión del Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón

Molino de las Flores zona 2 de Mixco, Guatemala

  • Facebook

Encuéntranos en Facebook

©2020 por MESC SNSSC

bottom of page