Con permanente frecuencia. Miércoles, 3 de febrero 2021 - (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 2 feb 2021
- 2 Min. de lectura
Tiempo Ordinario I – Ciclo B
Cuarta semana
Miércoles 3 de febrero – 2021
Primera lectura: Hebreos 12, 4-7. 11-15
San Pablo, apóstol de Jesucristo, les dice a los hebreos: Hermanos, todavía no han llegado ustedes, a derramar su sangre en la lucha contra el pecado; y ya se han olvidado, de la exhortación que Dios les dirigió, como a hijos, diciendo: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, ni te desanimes cuando te reprenda. Porque el Señor corrige a los que ama y da azotes a sus hijos predilectos. (Hebreos 12, 4-6)
Salmo: 102, 1-2. 13-14. 17-18
El Señor es bueno, el Señor nos ama. Como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor con quien lo ama, pues bien sabe él de lo que estamos hechos y de que somos barro, no se olvida. (Salmo: 102, 13-14)
Evangelio: San Marcos 6, 1-6
El evangelista San Marcos, proclama que, Jesús fue a su tierra, en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga y la multitud que lo escuchaba, se preguntaba con asombro: …¿Qué no es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas? Y estaban, desconcertados. Pero Jesús, les dijo: “Todos honran a un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa”.(Marcos 6, 1. 3-4)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

Con permanente frecuencia
En cualquier círculo humano social, cultural o religioso; cuando alguna persona, se sale del esquema tradicional, se le condena, se le estigmatiza, se le expulsa. Se le suele cobrar ese atrevimiento, con la propia vida. Ser como Jesús y optar por la causa que el optó, acarrea problemas serios con la familia, con la sociedad, con la religión.
Jesús, siente en carne propia, el desprecio por parte de los suyos; en su pueblo natal, allí, donde la gente lo conoce a Él y a su familia. Es allí y no en otro lugar, donde desprecian su enseñanza.
Preguntan, que de dónde saca esa inteligencia y esa manera de discernir en la vida, si todos conocen su origen. Jesús, cae en desgracia en medio de su pueblo, simplemente, porque su forma de pensar, de hablar y de actuar, no se acomoda a la forma tradicional, establecida y acogida como normal, en medio de sus conciudadanos.
Eso es lo que sucede, con permanente frecuencia, en cualquier círculo humano social, cultural o religioso; cuando alguna persona, se sale del esquema tradicional, se le condena, se le estigmatiza, se le expulsa. Se le suele cobrar ese atrevimiento, con la propia vida. Ser como Jesús y optar por la causa que el optó, acarrea problemas serios con la familia, con la sociedad, con la religión.
¿Estamos dispuestos a asumirlos?
Adaptación del texto de Servicio Bíblico Latinoamericano

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