Dios, hizo libre al hombre… Jueves, 15 de abril 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 14 abr 2021
- 3 Min. de lectura
Tiempo de Pascua – Ciclo B
Segunda semana
Jueves, 15 de abril 2021
Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 5, 27-33
San Lucas, nos dice que, …al sumo sacerdote, Pedro y los otros apóstoles le replicaron: Primero, hay que obedecer a Dios y luego a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte, colgándolo de la cruz. La mano de Dios, lo exaltó y lo ha hecho jefe y salvador, para dar a Israel, la gracia de la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros, somos testigos de todo esto y también, lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que lo obedecen. (Hechos 5, 29-32)
Salmo: 33, 2. 9. 17-20
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya. Bendeciré al Señor, a todas horas; no cesará mi boca, de alabarlo. Haz la prueba y verás, qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre, que se refugia en él. (Salmo: 33, 8-9)
Evangelio: San Juan 3, 31-36
El evangelista San Juan, proclama que, …El que viene del cielo, está por encima de todos. Da testimonio, de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio, certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió, habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido, sin medida, su Espíritu. El Padre, ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo, tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo, no verá la vida; porque la cólera divina, perdura en contra de él. (Juan 3, 31-36)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

Dios, hizo libre al hombre…
…a fin de que libremente, pudiese acoger la Palabra de Dios, sin que éste lo forzase. …en el dominio de la fe, el Señor salvaguardó la libertad… del hombre. Esto muestra que, el ser humano, tiene su propia fe, porque también tiene su libre arbitrio. Todos los textos semejantes, prueban que el ser humano, tiene libertad para creer. Por eso, el que cree, tiene la vida eterna, más el que no cree en el Hijo, no tiene la vida eterna… Pero los beneficios de su misericordia, está condicionada por la fe… Que se haga, conforme a tu fe (Mateo 9, 29). Luchemos por tener más fe… Cuanto más luchamos por algo, nos parece tanto más valioso; y cuanto más valioso, más lo amamos.
Dios, hizo libre al hombre… a fin de que libremente, pudiese acoger la Palabra de Dios, sin que éste lo forzase. Dios, en efecto, jamás se impone a la fuerza, pues en Él, siempre está presente el buen consejo. Por eso, concede el buen consejo, a todos. Tanto a los seres humanos, como a los ángeles… Y esto, ni siquiera en el campo de su actividad, sino también, en el dominio de la fe, el Señor salvaguardó la libertad… del hombre. En efecto, Él dijo: Que se haga, conforme a tu fe (Mateo 9, 29). Esto muestra que, el ser humano, tiene su propia fe, porque también tiene su libre arbitrio. Y también: Todo es posible, al que cree(Marcos 9, 23). Y Vete, que te suceda según tu fe (Mateo 8, 13). Todos los textos semejantes, prueban que el ser humano, tiene libertad para creer. Por eso el que cree, tiene la vida eterna, más el que no cree en el Hijo, no tiene la vida eterna…
Pero, dicen algunos, hubiera sido necesario, que no hiciese libres, ni siquiera a los ángeles, para que no pudieran desobedecer; ni a los seres humanos, que al momento fueron ingratos contra Él, por el mismo hecho, de haber sido dotados de razón, capaces de examinar y juzgar; y no son, como los animales irracionales, que nada pueden hacer, por propia voluntad… Mas si así fuera, los seres humanos ni se gozarían con el bien, ni valorarían su comunión con Dios, ni desearían hacer el bien con todas sus fuerzas, pues todo les sucedería sin su impulso, empeño y deseo propios, sino por puro mecanismo, impuesto desde afuera.
De este modo, el bien no tendría ninguna importancia, pues todo se haría por naturaleza, más que por voluntad, de modo que harían el bien de modo automático, no por propia decisión; y por la misma razón, ni podrían entender, cuán hermoso es el bien, ni podrían gozarlo. Porque, en efecto, ¿Cómo se puede gozar de un bien, que no se conoce? ¿Y qué gloria se seguiría, de algo que no se ha buscado? ¿Qué corona se les daría, a quienes no la hubieran conseguido, como quienes la conquistan luchando?... Cuanto más luchamos por algo, nos parece tanto más valioso; y cuanto más valioso, más lo amamos.
Adaptación del texto de San Ireneo de Lyon (c. 130-c. 208)
Obispo, teólogo y mártir

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