El amor de Dios. (7ª. Parte y final) T-18 4-1-20
- Eduardo Ibáñez García
- 3 ene 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 18 may 2021
Nos ha enviado a su Hijo…
nos ha dado su Espíritu…
nos ha llamado amigos…
y nos llama cada día...
¡Porque eterno, es el amor de Dios!
Antes del deber y del mandamiento, siempre está el don, el don de Dios.
Antes de pedirnos algo, Dios nos da algo, nos da su amor.
Antes de empezar algo, es necesario poner el amor de Dios, ante todos.
Él quiere, asegurarnos, su amor.
7. Cuando a una persona, se le desvela un sufrimiento
Padre Raniero Cantalamessa
Esto constituye una experiencia íntima, en la que esta persona, puede reaccionar con un mar de palabras, decir muchas cosas, muchas palabras de consolación, ¡no ha entendido nada!... Pero si nosotros vemos en sus ojos lágrimas, decimos: ¡Ha entendido todo!
La conmoción, es un abrir el propio ser al otro; por eso, con respecto a la conmoción, se tiene un cierto pudor, como con respecto a las cosas más íntimas y sagradas. Y esa es la razón, por la que no puede esconderse, la conmoción por completo a la persona, porque es suya, le pertenece, ¡ha nacido para él!
Jesús, se conmovió profundamente, ante la viuda de Naím y ante las hermanas de Lázaro, como se lee en el Evangelio. Por lo demás, la conmoción nos hace bien, sobre todo a nosotros que, en este itinerario, incluso en estos días, queremos disponernos a ser santos, a abrazar el camino de la santidad.
Cuando Dios, quiere dar a una persona una Palabra importante, una vocación en su vida; le concede habitualmente también, una cierta conmoción para acogerla. Y ahora, el Salmo 136, hermanos, nos ayuda a concluir en oración de agradecimiento, ante esta meditación del amor de Dios para nosotros. Fue recitado este salmo por Jesús, en la Última Cena, es una larga letanía de títulos y gestos de Dios, en favor de su pueblo; y en cada uno de estos títulos y gestos, el pueblo está invitado a responder con el estribillo: ¡Porque es eterno su amor! Podemos continuar este salmo ahora, añadiendo el recuerdo de los beneficios antiguos de Dios, la salida de Egipto, el maná, el Sinaí… y los nuevos beneficios de Dios.
Nos ha enviado a su Hijo, porque eterno es su amor, nos ha dado su Espíritu, porque eterno es su amor, nos ha llamado amigos, porque eterno es su amor y nos llama cada día, porque eterno es su amor. AMEN.
Comments