El gran, reto. Viernes, 18 de junio 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 17 jun 2021
- 2 Min. de lectura
Tiempo ordinario II – Ciclo B
Decimoprimera semana
Viernes, 18 de junio 2021
Primera lectura: 2 Corintios 11, 18. 21-30
San Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, a los corintios les dice: Hermanos: Ya que otros presumen de cosas humanas, yo también, voy a presumir de ellas… He andado, muerto de cansancio; he pasado muchas noches sin dormir, con hambre y sed; muchos días sin comer, con frío y sin ropa. Además de éstas y otras cosas, pesa sobre mí, diariamente, la preocupación por todas las comunidades cristianas. (2 Corintios 11, 18. 27-28)
Salmo: 33, 2-7
El Señor, libra al justo, de todas sus angustias. Confía en el Señor y saltarás de gusto; jamás, te sentirás decepcionado, porque el Señor, escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. (Salmo: 33, 6-7)
Evangelio: San Mateo 6, 19-23
El evangelista San Mateo, proclama que, Jesús, dijo a sus discípulos: “No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y se los roban. Más bien acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla, ni el moho los destruyen; ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón. Tus ojos, son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz”. (Mateo 6, 7. 9-13)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

El gran, reto
Es llenar los corazones, de los valores del reinado de Dios; y tener los ojos, que son las ventanas de nuestro corazón, fijos en ellos y en Jesús; para ver al mundo, con ojos de bondad, con los ojos de Dios.
No hay ningún peligro, sino un camino de felicidad, en acumular las cosas del cielo. Cuando más se acumulen cosas del cielo, más se comparte, más se siembra la felicidad, la justicia, la alegría interior y la paz. No hay comején, que destruya este tesoro. No hay ladrón, capaz de arrebatar ese tesoro. Por eso, el gran reto, es llenar los corazones, de los valores del reinado de Dios; y tener los ojos, que son las ventanas de nuestro corazón, fijos en ellos y en Cristo; para ver al mundo, con ojos de bondad, con los ojos de Jesús.
Adaptación del texto de Servicio Bíblico Latinoamericano
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