El modelo, de una propuesta difícil. Lunes, 12 de julio 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 11 jul 2021
- 2 Min. de lectura
Tiempo ordinario II – Ciclo B
Decimoquinta semana
Lunes, 12 de julio 2021
Primera lectura: Éxodo 1, 8-14. 22
Subió al poder en Egipto, un nuevo faraón, que no había conocido a José; y le dijo, a su pueblo: Los hijos de Israel, forman un pueblo más numeroso y fuerte que nosotros. Tomemos precauciones contra ellos, para que no sigan multiplicándose, no sea que, en caso de guerra, se unan a nuestros enemigos, para luchar contra nosotros y se escapen del país (Éxodo 1, 8-10).
Salmo: 123, 1-8
Nuestra ayuda, es invocar al Señor. Nuestra vida se escapó, como un pájaro de la trampa de los cazadores. La trampa se rompió y nosotros escapamos. Nuestra ayuda, nos viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra (Salmo: 123, 7-8).
Evangelio: San Mateo 10, 34-42. 11, 1
El evangelista San Mateo, proclama que, Jesús, dijo a sus apóstoles: “No piensen, que he venido, a traer la paz a la tierra; no he venido, a traer la paz, sino la guerra. He venido, a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y los enemigos de cada uno, serán los de su propia familia.” (Mateo 10, 16. 34-36).
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

El modelo, de una propuesta difícil
Perder la vida... y cargar la cruz, que consiste, en abordar con firmeza, los asuntos egoístas y superfluos; solucionar las necesidades del otro y ofrecer su vida; recibir al otro en el corazón, aunque sea diferente y darle un vaso de agua, entre otras cosas.
Jesús, carga con su cruz y vence con su sangre, el reino de la muerte y la soberbia. Con esa definida actitud, que se transforma, en el modelo, de una propuesta difícil, perder la vida... y cargar la cruz, que consiste, en abordar con firmeza, los asuntos egoístas y superfluos; solucionar las necesidades del otro y ofrecer su vida; recibir al otro en el corazón, aunque sea diferente y darle un vaso de agua. Los poderosos, en las condiciones que viven, no lo entienden; y por eso, nos viene a enemistar, a enfrentar, a incitarnos a la violencia y a las riñas entre hermanos.
Tal es el caso del faraón, que le teme a Israel que era un pueblo numeroso y fuerte y porque tenían muy claro la ilusión por la libertad y la búsqueda de la tierra prometida por Dios.
Escuchando sus lamentos, Dios se propone un sueño de libertad para su pueblo elegido, que llevará muchos dolores y sacrificios: las niñas eran dejadas con vida y las mujeres, cargan con la cruz de defender la vida de todos por igual aún en contra de las leyes del faraón.
Adaptación del texto de
Yorumlar