El perdón. Martes, 9 de marzo 2021 (Reflexión)

Tiempo de Cuaresma – Ciclo B

Tercera semana

Martes 9 de marzo – 2021

• Primera lectura: Daniel 3, 25. 34-43

Azarías oró al Señor, diciendo: Señor, ahora no tenemos príncipe, ni jefe, ni profeta; ni holocausto, ni sacrificio, ni ofrenda, ni incienso; ni lugar, donde ofrecerte las primicias y alcanzar misericordia. Por eso, acepta nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado, como un sacrificio… Que ése sea hoy, nuestro sacrificio y que sea perfecto en tu presencia, porque los que en ti confían, no quedan defraudados... Ahora, te seguiremos de todo corazón; te respetamos y queremos encontrarte; no nos dejes defraudados. (Daniel 3, 38-41)

• Salmo: 24, 4-9

Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso. Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. (Salmo: 24, 8-9)

• Evangelio: San Mateo 18, 21-35

El evangelista San Mateo, proclama que, Pedro, se acercó a Jesús y le preguntó: Si mi hermano, me ofende ¿Cuántas veces, tengo que perdonarlo? ¿Hasta, siete veces? Jesús le contestó: “No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete… Pues mi Padre celestial, no los perdonará a ustedes, si cada cual, no perdona de corazón a su hermano”. (Mateo 18, 21-22. 35)

Lecturas consultadas en:

Id y enseñad,

La Biblia Latinoamérica,

La Biblia de las Américas y

Nuevo Misal del Vaticano II

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El perdón

Es una obra redentora o liberadora, en la que se recrea la humanidad, por la buena relación entre las personas.

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Las deudas, esclavizan; son producto de la insuficiencia o insolvencia de un individuo, que recurre a otro, para conseguirse los medios de subsistencia. Con frecuencia, una deuda encadena a otra; y así sucesivamente, hasta generar una espiral de endeudamiento.

Como consecuencia de la deuda, hay una carencia de autonomía, por lo que el deudor, pierde equidad social frente al prestamista. Así, la deuda no solo es un asunto de bienes en trámite, sino que condiciona las relaciones entre las personas, porque la deuda crea dependencia de un lado y acrecienta el haber del otro. No caer en deudas, es una bendición, lo cual, no siempre es posible. Por eso, la parábola de Jesús solicita, dar una respuesta franca, al perenne problema de las deudas.

El Reino, es una experiencia, del perdón de las deudas. El perdón no tiene otra base, que la compasión, puesta no deja mirar la ganancia o el beneficio, para mirar el corazón angustiado del deudor y liberarlo. El perdón de las deudas, es una obra redentora o liberadora, en la que se recrea a la humanidad, por la buena relación entre las personas.

Adaptación del texto de Servicio Bíblico Latinoamericano