En el fondo, de nuestro corazón. Jueves, 8 de abril 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 7 abr 2021
- 2 Min. de lectura
Tiempo de Pascua – Ciclo B
Octava de Pascua
Jueves, 8 de abril 2021
Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 3, 11-26
San Lucas, nos dice que, al ver a la muchedumbre, Pedro les dirigió la palabra: Israelitas, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron a Pilato... Rechazaron al santo, al justo; han dado muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y de ello nosotros somos testigos. El nombre de Jesús y la fe en él, es lo que ha robustecido los miembros de este hombre... Esta fe, es la que le ha restituido, completamente la salud, como pueden observar. (Hechos 3, 12-16)
Salmo: 8, 2. 5-9
¡Qué admirable, Señor, es tu poder! Aleluya. ¡Qué admirable es, Señor y Dios nuestro, tu poder en toda la tierra! ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes; ese pobre ser humano, para que de él te preocupes? (Salmo: 8, 2. 5)
Evangelio: San Lucas 24, 35-48
El evangelista San Lucas, proclama que, se presentó Jesús, en medio de sus discípulos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. …Después les dijo: “Lo que ha sucedido, es aquello de que les hablaba yo: que tenía que cumplirse todo, lo que estaba escrito de mí…”. Entonces, les abrió el entendimiento, para que comprendieran las Escrituras y les dijo: “Está escrito, que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos, al tercer día; y que, en su nombre, se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios y al perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto”. (Lucas 24, 36. 44-48)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

En el fondo, de nuestro corazón
Quizá, también, las preguntas que se plantearon, los discípulos del Maestro, en esa época; hoy, son nuestras preguntas, desde el lugar, de la incertidumbre de esta vida. Pero ahí está el Maestro, interpelando e iluminando con su palabra, compartiendo el pan del amor y de la paz con nosotros.
Este famoso texto, de los caminantes de Emaús, pone en claro, la realidad de todos los discípulos que, ante el espectáculo de la cruz, han perdido la esperanza y prefieren volver atrás.
El camino es demasiado arriesgado y el horizonte, oscuro e incierto. El sentimiento, que se intuye en la conversación, es de fracaso y tristeza. Pero ¡Oh, sorpresa! Alguien, se junta en el coloquio de los discípulos… y la pregunta atrevida ¿De qué, hablan? Y le sigue, otra pregunta ¿Qué, ha pasado? La respuesta, es retadora ¿Usted, no sabe? Y sin embargo, estas preguntas son el pretexto, para iniciar una catequesis, que permite entender el acontecimiento.
Es necesario, releer la Escritura, desde la clave de Jesús, para comprender el hecho, de la resurrección. Luego, el reconocimiento; es Él, el Maestro que está vivo en la Palabra, en el pan compartido y en la misión. Hay que darse la vuelta y volver, para comunicar esta experiencia, que encendió el corazón de los caminantes.
¿En el camino de tu vida, te has encontrado, con el Maestro? ¿Cómo ha sido, ese encuentro?
Adaptación del texto de Servicio Bíblico Latinoamericano

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