Huyamos de la hipocresía, hermanos. Miércoles, 16 de junio 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 15 jun 2021
- 3 Min. de lectura
Tiempo ordinario II – Ciclo B
Decimoprimera semana
Miércoles, 16 de junio 2021
Primera lectura: 2 Corintios 9, 6-11
San Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, a los corintios les dice: Hermanos: Recuerden, que el que poco siembra, cosecha poco; y el que mucho siembra, cosecha mucho. Cada cual, dé lo que su corazón le diga y no de mala gana, ni por compromiso, pues Dios ama al que da con alegría. Y, poderoso es Dios, para colmarlos de toda clase de favores, a fin de que, teniendo siempre todo lo necesario, puedan participar generosamente, en toda obra buena. (2 Corintios 9, 6-8)
Salmo: 111, 1-4. 9
Dichosos, los que temen, al Señor. Dichosos, los que temen, al Señor y aman de corazón, sus mandamientos; poderosos, serán sus descendientes. Dios bendice, a los hijos de los buenos. (Salmo: 111, 1-2)
Evangelio: San Mateo 6, 1-6. 16-18
El evangelista San Mateo, proclama que, Jesús, dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado, de no practicar sus obras de piedad, delante de los hombres, para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa, con su Padre celestial. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro, que ya recibieron su recompensa. En cambio, cuando tú des limosna, que no sepa tu mano izquierda, lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará”. (Mateo 6, 1-4)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

Huyámosle... porque, no alivia al pobre; al hipócrita, el gemido del indigente, le es un pretexto, para buscar con más ahínco, una gloria espectacular. Hincha su alabanza, con el sufrimiento del pobre.
Cuida, de no practicar tu justicia, delante de los hombres. ¿Por qué? Para no ser vistos delante de ellos. Si ellos, te ven ¿Qué será, de ustedes? No tendrán, la recompensa de su Padre celestial. Hermanos, aquí el Señor no juzga, sino solamente expone. Da luz, sobre la astucia, de nuestros pensamientos; pone al desnudo, las disposiciones secretas de las almas.
A los que meditan, injustamente, sobre la justicia; les indica la medida, de una justa retribución. La justicia, que se coloca, ante la vista de los hombres, no puede esperar, el salario divino del Padre. Ha querido ser vista, ha sido vista; ha querido, complacer a los hombres y ha complacido. Tiene el salario, que ha querido; no tendrá la recompensa, que no ha querido tener...
Cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas. Tocar, la trompeta, es la palabra justa, porque una limosna de esta clase, es un acto más guerrero, que pacífico. Pasa, toda entera, a través del sonido; nada tiene que ver, con la misericordia. Viene del país, de la desunión; no ha sido alimentada, por la bondad. Es un tráfico, para la exhibición, no un comercio casto...
Tú, en cambio, cuando hagas limosna; no vayas, tocando la trompeta por delante, como hacen, los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados, por los hombres; les aseguro, que ya han recibido su paga. Han oído: la limosna hecha en una asamblea, sobre las plazas públicas, en los cruces de los caminos; no es un gasto hecho, para el alivio de los pobres, sino que se hace, ante la vista de los hombres, para ser estimado por ellos...
Huyamos de la hipocresía, hermanos, huyámosle... No alivia, al pobre; al hipócrita, el gemido del indigente, le es un pretexto, para buscar con más ahínco, una gloria espectacular. Hincha su alabanza, con el sufrimiento del pobre.
Adaptación del texto de San Pedro Crisólogo (c. 406-450)
Obispo de Ravenna, doctor de la Iglesia
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