Jesús, denuncia la ceguera. Viernes, 30 de julio 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 29 jul 2021
- 2 Min. de lectura
Tiempo ordinario II – Ciclo B
Decimoséptima semana
Viernes, 30 de julio 2021
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo. Amen
Oración:
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos, de manera que, podamos agradarte en todo y así merezcamos, en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.
Primera lectura: Levítico 23, 1. 4-11. 15-16. 27. 34-37
El Señor, habló a Moisés y le dijo: “Estas son las festividades del Señor, en las que se reunirán en asamblea litúrgica y ofrecerán al Señor oblaciones, holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión y libaciones, según corresponde a cada día.” (Levítico 23, 37).
Salmo: 80, 3-6. 10-11
Aclamemos al Señor, nuestro Dios. Entonemos un canto, al son de las guitarras y del arpa. Que suene la trompeta, en esta fiesta, que conmemora nuestra alianza. (Salmo: 80, 3).
Evangelio: San Mateo 13, 54-58
El evangelista San Mateo, proclama que, Jesús, llegó a su tierra y se puso a enseñar, a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: ¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre y…? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas? Y se negaban, a creer en él. (Mateo 13, 54-56).
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

Jesús, denuncia la ceguera
Ante el profetismo de los sencillos, porque hubo gente, que sí creyó y recibió milagros. A consecuencia de eso, descubrimos gratamente que, en medio de las comunidades, hay personas, que son un rayo de luz y esperanza. Son un ejemplo, por seguir.
El obstáculo, más evidente de este Evangelio, es la incredulidad, de algunos paisanos de Jesús. Son ellos, los que ponen límite a los milagros. Dice el texto, que por ello Jesús, no hizo allí muchos milagros. A estas personas, les faltaba el milagro principal: escuchar a Dios y creer que Él. Creer que Dios, se manifiesta en los sencillos y descalificados de la sociedad. Ellos, escucharon a Jesús decir, Te alabo Padre, porque has revelado estas cosas, a la gente sencilla (Mateo 11, 25)
En una sociedad materialista, donde el prestigio y el poder, son valores supremos, se llega a descalificar y excluir, a las personas. Jesús, denuncia la ceguera, ante el profetismo de los sencillos. El texto, da pie, para pensar, en que hubo gente, que sí creyó y recibió milagros. Descubrimos gratamente que, en medio de las comunidades, hay personas, que son un rayo de luz y esperanza. Son un ejemplo, por seguir.
Adaptación del texto de
Servicio Bíblico Latinoamericano
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