top of page

La adoración en espíritu y verdad. (Tema) - Parte 1

  • Eduardo Ibáñez García
  • 12 mar 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 12 mar 2021

Por Raniero Cantalamessa,

Predicador de la Casa Pontificia



1. El Concilio Vaticano II: un afluente, no el río.

T-81. 13-03-2021



En estas meditaciones de cuaresma, creo que es útil, hacer una premisa. El Vaticano II, es un afluente y no el río. En su famosa obra, sobre El desarrollo de la doctrina cristiana, el beato cardenal Newman, ha afirmado con fuerza, que detener la tradición, en un punto de su curso, incluso si fuera un concilio ecuménico, sería volver muerta una tradición y no una tradición viviente. La tradición, es como una pieza musical ¿Qué sería de una melodía, si se detuviera en una nota, repitiéndola hasta el infinito? Sucede, con un disco que se arruina y sabemos, que efecto produce.


San Juan XXIII, quería que el concilio, fuera para la Iglesia, como una nueva Pentecostés. En un punto, al menos, esta oración ha sido escuchada. Después del concilio, hubo un despertar del Espíritu Santo. Este, no es más el desconocido, en la Trinidad. La Iglesia, ha tomado una conciencia más clara, de su presencia y de su acción. En la homilía de la misa crismal, del Jueves Santo de 2012, Benedicto XVI afirmaba:


Quien mira, a la historia de la época post conciliar, puede reconocer, la dinámica de la verdadera renovación, que frecuentemente ha asumido, formas inesperadas en movimientos llenos de vida y que vuelve, casi tangible, la vivacidad de la santa Iglesia, la presencia y la acción eficaz del Espíritu Santo.

Esto no significa, que podemos, descuidar los textos del concilio o ir, más allá de esos; sino que, significa releer el Concilio, a la luz de sus mismos frutos. Que los concilios ecuménicos, puedan tener efectos, no entendidos en el momento, por quienes tomaron parte, es una verdad señalada, por el mismo cardenal Newman, a propósito del Vaticano I; pero testimoniada, diversas veces, durante la historia. El concilio ecuménico de Éfeso, del año 431, con la definición de la Virgen María, como Theotokos, Madre de Dios; se proponía afirmar, la unidad de la persona de Cristo, no de incrementar el culto a la Virgen; pero de hecho, su fruto más evidente, fue justamente este último.


Si hay un campo, en el cual la teología y la vida, de la Iglesia católica, se ha enriquecido, en estos 50 años del post-concilio, sin dudas, es el relativo al Espíritu Santo. En todas, las principales denominaciones cristianas, se ha afirmado en los últimos tiempos, aquella que, con una expresión acuñada por Karl Barth, es la definida como la Teología del tercer artículo. La teología del tercer artículo, es aquella que, no termina con el artículo sobre el Espíritu Santo, pero comienza con esto; que toma en cuenta, el orden según el cual, se formó la fe cristiana y su credo; y no solamente, su producto final. Fue de hecho, a la luz del Espíritu Santo, que los apóstoles descubrieron, quien era verdaderamente Jesús y su revelación sobre el Padre.


El credo actual de la Iglesia, es perfecto y nadie se sueña de cambiarlo, pero refleja el producto final, la última etapa alcanzada por la fe, no el camino a través el cual, se llega a eso, mientras que, teniendo a la vista, una renovada evangelización, es vital para nosotros, conocer también, el camino hacia el cual, se llega a la fe, no solo su codificación definitiva, que proclamamos de memoria en el Credo.


Bajo esta luz, aparecen claramente, las implicaciones de ciertas afirmaciones del concilio, pero aparecen también, algunos vacíos y lagunas, que es necesario llenar; en particular y justamente, a propósito del rol del Espíritu Santo. San Juan Pablo II, ya había tomado en cuenta esta necesidad, cuando en ocasión, del XVI centenario del concilio ecuménico de Constantinópolis, en 1981, escribía en su Carta Apostólica, la siguiente afirmación:


Toda la obra de renovación de la Iglesia, que el Concilio Vaticano II, así providencialmente, a propuesto e iniciado (…) no puede realizarse, si no en el Espíritu Santo; o sea, con la ayuda de su luz y de su potencia.

コメント


MESC
SNSSC

Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión del Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón

Molino de las Flores zona 2 de Mixco, Guatemala

  • Facebook

Encuéntranos en Facebook

©2020 por MESC SNSSC

bottom of page