No entienden, el poder de Dios. Miércoles, 2 de junio 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 1 jun 2021
- 3 Min. de lectura
Tiempo Ordinario – Ciclo B
Novena semana
Miércoles, 2 de junio 2021 – Memoria, de San Marcelino y San Pedro
Primera lectura: Tobías 3, 1-11. 16-17
Tobías, nos dice que, Tobit su padre, profundamente afligido, sollozó, se echó a llorar y empezó a rezar entre sollozos: Señor, tú eres justo, todas tus obras son justas; tú actúas con misericordia y lealtad, tú eres el juez del mundo. Tú, Señor, acuérdate de mí y mírame; no me castigues por mis pecados, mis errores y los de mis padres, cometidos en tu presencia, desobedeciendo tus mandatos. (Tobías 3, 1-4)
Salmo: 24, 1-9
A ti, Señor, levanto mi alma. A ti, Señor, levanto mi alma; mi Dios, en ti confío, no quede, defraudada mi confianza, ni se burlen de mí, mis enemigos. (Salmo: 24, 1-2)
Evangelio: San Marcos 12, 18-27
El evangelista San Marcos, proclama que, fueron a ver a Jesús, algunos de los saduceos, los cuales afirman, que los muertos no resucitan y le dijeron: …El día de la resurrección, cuando resuciten de entre los muertos… Jesús, les contestó: “Están en un error, porque no entienden las Escrituras, ni el poder de Dios... Y en cuanto al hecho, de que los muertos resucitan ¿Acaso no han leído, en el libro de Moisés, aquel pasaje de la zarza, en que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Están, pues, muy equivocados”. (Marcos 12, 18. 23-24. 26-27)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II


Se encuentran, entre los Santos romanos, que se conmemoran diariamente, en el canon de la Misa. San Marcelino, era sacerdote en Roma, durante el reinado de Diocleciano; mientras que San Pedro, según se afirma, ejercía el exorcismo. Uno de los relatos, que habla de la pasión de estos mártires, cuenta que fueron aprehendidos y arrojados a la prisión, donde mostraron, un celo extraordinario, en alentar a los fieles cautivos y catequizar a los paganos. Estos santos, fueron condenados a muerte, por el magistrado Sereno o Severo, quien ordenó, que se les condujera en secreto, a un bosque llamado Selva Negra, para que nadie supiera, el lugar de su sepultura.
No entienden, el poder de Dios
No seamos como los saduceos, que imaginaban la resurrección, como la caricatura de un muerto. Si bien, los últimos libros de la Biblia, hablan de la resurrección, en todos se manifiesta un Dios vivo, que hace de los hombres, sus amigos. Él, se comprometió de tal modo, con nosotros desde Abraham ¿Cómo podría, permanecer indiferente a nuestra muerte y dejarnos, que desapareciéramos para siempre, mientras Él, estuviera gozando de su Gloria?
Continua, el enfrentamiento de Jesús, con las autoridades de su tiempo. Ahora, con los saduceos, la élite social, compuesta por hombres de poder intelectual y económico. Ellos, no creen en la resurrección, pues se sienten, en el reino mesiánico; ya que viven, en una situación de bienestar y no quieren, que las cosas cambien.
Ellos siguen, la teología de la Retribución; o sea, que Dios da riqueza y bienestar, a los que observan su Ley; y castiga con pobreza y sufrimiento, a los que practican el mal.
Le proponen a Jesús, una pregunta hipotética y exagerada… haciendo ver, que creer en la resurrección, llevaría a la persona, a aceptar un absurdo. En el ejemplo, no plantean una relación de amor, de la mujer con sus siete maridos, sino una relación basada en la Ley, por la necesidad de herederos.
Jesús, dice que, eso es muerte y que Dios es vida… y la vida, es amor. El Papa Francisco, en la exhortación Evangelii Gaudium, nos invita a proclamar con alegría, la Buena Nueva del amor de Dios.
Adaptación del texto de
Servicio Bíblico Latinoamericano
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