No me agrada. Jueves, 25 de febrero 2021 - (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 24 feb 2021
- 2 Min. de lectura
Tiempo de Cuaresma – Ciclo B
Primera semana
Jueves 25 de febrero – 2021
Primera lectura: Ester 14, 1. 3-5. 12-14
La reina Ester, ante el mortal peligro que amenazaba a su pueblo, buscó refugio en el Señor y se postró en tierra con sus esclavas, desde la mañana hasta el atardecer. Entonces suplicó al Señor, diciendo: Señor, yo sé, por los libros que nos dejaron nuestros padres, que tú siempre salvas a los que te son fieles... Ayúdame ahora a mí, porque no tengo a nadie más que a ti, Señor y Dios mío. Con tu poder, Señor, líbranos de nuestros enemigos. Convierte nuestro llanto en alegría. (Ester 14, 1. 5. 14)
Salmo: 137, 1-3. 7-8
De todo corazón, te damos gracias, Señor. De todo corazón, te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo. (Salmo: 137, 1-2)
Evangelio: San Mateo 7, 7-12
El evangelista San Mateo, proclama que, Jesús dijo a sus discípulos: “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abre.” (Mateo 7, 7-9)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

No me agrada
Cuando no llaman, a la puerta de la Sabiduría de mi Hijo Único, siguiendo su doctrina. Seguir su doctrina, es cómo llamar a la puerta, gritando hacia mí, el Padre eterno, con la voz del santo deseo y humildes e incesantes oraciones.
Créeme, no desprecio el deseo de mis servidores -dice el Señor- Doy a quien me pide y los invito a todos a pedir. Realmente, no me agrada, cuando no llaman a la puerta de la Sabiduría de mi Hijo Único, siguiendo su doctrina. Seguir su doctrina, es cómo llamar a la puerta, gritando hacia mí, el Padre eterno, con la voz del santo deseo y humildes e incesantes oraciones.
Soy yo el Padre, que les da el pan de la gracia, por la puerta de la suave Verdad. A veces, para probar sus deseos y perseverancia, hago como si no los escuchara. Pero los escucho bien y doy a su espíritu lo que necesita. Les doy el hambre y la sed, por la que gritan hacia mí. Para satisfacer sus deseos, cuando son ordenados y dirigidos hacia Mí, quiero únicamente, probar su constancia.
Deben llamar, cómo los invita mi Verdad, cuando dice: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá (Mateo 7, 7; Lucas 11, 9). Yo te digo: ¡No quiero que dejes, debilitar tu deseo, ni que ceses de implorar mi socorro! ¡No bajes, tu voz! ¡Grita, grita hacia mí, para que haga misericordia al mundo! ¡Llama sin interrupción, a la puerta de mi Verdad, mi Hijo, siguiendo sus huellas!
Adaptación del texto de Santa Catalina de Siena (1347-1380) Terciaria dominica, doctora de la Iglesia, copatrona de Europa

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