top of page

Nuestra pobreza, debe ser. Lunes, 24 de mayo 2021 (Reflexión)

  • Eduardo Ibáñez García
  • 23 may 2021
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 24 may 2021

Tiempo ordinario II – Ciclo B

Octava semana

Lunes, 24 de mayo 2021 Memoria, de la Bienaventurada Virgen María

  • Primera lectura: Eclesiástico 17, 20-28

A los que se arrepienten, el Señor, los ayuda a volver; y él, reanima, a los que pierden la esperanza. Vuélvete al Señor y deja ya de pecar, póstrate en su presencia y quita los obstáculos. Aléjate de la injusticia y vuélvete al Altísimo, aborrece con toda el alma, lo que él aborrece. (Eclesiástico 17, 24-26)

  • Salmo: 31, 1-2. 5-7

Perdona, Señor, nuestros pecados. Ante el Señor, reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te confesé, Señor, mi gran delito y tú me has perdonado. (Salmo: 31, 5)

  • Evangelio: San Marcos 10, 17-27

El evangelista San Marcos, proclama que, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: Maestro bueno ¿Qué debo hacer, para alcanzar la vida eterna? Jesús, le contestó: “…Nadie es bueno, sino sólo Dios. Ya sabes, los mandamientos…”. Entonces, él le contestó: Maestro, todo eso lo he cumplido, desde muy joven. Jesús, lo miró con amor y le dijo: “Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme”. (Marcos 10, 17-21)


Lecturas consultadas en:


Id y enseñad,

La Biblia Latinoamérica,

La Biblia de las Américas y

Nuevo Misal del Vaticano II


 

El Sumo Pontífice Francisco, considerando atentamente, que la promoción de esta devoción, puede incrementar, el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles; así como, la genuina piedad mariana, ha establecido que, la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, sea inscrita en el Calendario Romano, el lunes, después de Pentecostés y sea celebrada, cada año. Esta celebración, nos ayudará a recordar, que el crecimiento de la vida cristiana, debe fundamentarse, en el misterio de la Cruz; en la ofrenda de Cristo, en el banquete eucarístico; y en la Virgen oferente, Madre del Redentor y de los redimidos.

 

Nuestra pobreza, debe ser


Con respecto, a Dios; nuestro humilde reconocimiento y aceptación de nuestro pecado, impotencia y la absoluta escases de bienes materiales; Y lo más importante es que, nuestra pobreza, deberá ser, la verdadera pobreza evangélica: amable, tierna, alegre y generosa; siempre dispuesta a dar, una expresión de amor.

 

No tenemos ningún derecho, de juzgar a los ricos. Por nuestra parte, lo que debemos buscar, no es una lucha de clases, sino, un encuentro de las clases, para que los ricos, salven a los pobres y los pobres, a los ricos.


Con respecto a Dios, nuestra pobreza, debe ser, nuestro humilde reconocimiento y aceptación de nuestro pecado, impotencia y la absoluta escases de bienes materiales; así como el reconocimiento, de nuestra indigencia, ante Él; expresados, en forma de esperanza en Él, en apertura, para recibir todas las cosas de Él, como nuestro Padre que es. Y lo más importante, Nuestra pobreza, deberá ser, la verdadera pobreza evangélica: amable, tierno, alegre y generoso; siempre dispuesto a dar, una expresión de amor.


La pobreza, es amor, antes de ser renuncia. Para amar, es necesario dar. Para dar, es necesario, estar libre de egoísmo.


Adaptación del texto de Santa Teresa de Calcuta (1910-1997)

Fundadora, de las Hermanas Misioneras de la Caridad

Comments


MESC
SNSSC

Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión del Santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón

Molino de las Flores zona 2 de Mixco, Guatemala

  • Facebook

Encuéntranos en Facebook

©2020 por MESC SNSSC

bottom of page