Nuestro buen Maestro, nos pone el Padre Nuestro. Jueves, 17 de junio 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 16 jun 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 16 jun 2021
Tiempo ordinario II – Ciclo B
Decimoprimera semana
Jueves, 17 de junio 2021
Primera lectura: 2 Corintios 11, 1-11
San Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, a los corintios les dice: Hermanos: Seré inculto en mis palabras, pero no en mis conocimientos, como se los he demostrado a ustedes siempre y en presencia de todos. ¿O es, que hice mal en rebajarme, para enaltecerlos a ustedes, anunciándoles gratuitamente, el Evangelio de Dios? He despojado, a otras comunidades cristianas, aceptando de ellas una ayuda, para poder servirlos a ustedes. (2 Corintios 11, 6-8)
Salmo: 110, 1-4. 7-8
Justas y verdaderas son tus obras, Señor. Justas y verdaderas son sus obras, son dignos de confianza sus mandatos, pues nunca pierden su valor y exigen ser fielmente ejecutados. (Salmo: 110, 7-8)
Evangelio: San Mateo 6, 7-15
El evangelista San Mateo, proclama que, Jesús, dijo a sus discípulos: “Cuando ustedes hagan oración, no hablen mucho... Ustedes pues, oren así: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy, nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros, perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal”. (Mateo 6, 7. 9-13)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

Nuestro buen Maestro, nos pone el Padre Nuestro
Porque con esas palabras, dichas en la oración, Él sabe lo mucho que ganaremos, de hacer este servicio a su Eterno Padre. Aun, sin dar nuestra voluntad del todo al Señor, para que haga en todo, lo que nos toca conforme a ella, nunca dejes de beber de la fuente de su Palabra.
Sea hecha, tu voluntad; y como es hecha en el cielo, así se haga en la tierra ¡Oh Señor mío, qué gran regalo es esto para mí, que no me dejes, en querer tan ruin como el mío, el dejar de cumplirse tu voluntad! ¡Buena estuviera yo, Señor, si estuviera en mis manos, el cumplirse tu voluntad o no! Ahora, mi voluntad te la doy libremente, a tiempo, pero no va libre de interés; porque ya tengo probado y gran experiencia de ello, la ganancia que es dejar libremente, mi voluntad en la tuya. ¡Oh amigos, qué gran ganancia hay aquí; o qué gran pérdida, de no cumplir lo que decimos al Señor, en el Padre Nuestro, en esto que le ofrecemos!
Pues les quiero decir y acordar, qué es su voluntad. No le preocupa en no darles riquezas, ni deleites, ni honras, ni todas estas cosas de acá; no los quiere poco y tiene en mucho lo que le das y se los quiere pagar bien, pues les da su Reino, aun viviendo... Pues ven ustedes, a quien más amaba -su Hijo- nos lo dio; por donde se entiende, cuál es su voluntad. Así que, éstos son sus dones, en este mundo. Da conforme al amor, que nos tiene: a los que ama más, da de estos dones más; a los que menos, menos, y conforme al ánimo, que ve en cada uno y el amor que se tiene a Su Majestad. A quien le ame mucho, verá que puede, padecer mucho por El; al que le ame poco, poco.
Tengo yo para mí, que la medida, de poder llevar gran cruz o pequeña, es la del amor... Porque todo lo que les he dicho, en este texto, va dirigido a este punto, de darnos del todo al Criador y poner nuestra voluntad en la suya y deshacernos de las criaturas que somos; y tendremos ya entendido, lo mucho que importa.
Solo diré, para lo que pone el Padre Nuestro, nuestro buen Maestro; porque, con esas palabras dichas en la oración, Él sabe lo mucho que ganaremos, de hacer este servicio a su Eterno Padre. De esa forma, nos disponemos, para que con mucha brevedad, nos veamos acabando de andar el camino y bebiendo del agua viva, de la fuente que es su Palabra. Porque, sin dar nuestra voluntad del todo al Señor, para que haga en todo, lo que nos toca conforme a ella, nunca dejes de beber de esa fuente.
Adaptación del texto de Santa Teresa de Ávila (1515-1582)
Carmelita descalza y doctora de la Iglesia
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