Solamente, cuando vino Jesús. Lunes, 11 de enero 2021 - (Reflexión)

Tiempo Ordinario I – Ciclo B

Primera semana

Lunes 11 de enero – 2021

• Primera lectura: Hebreos 1, 1-6

San Pablo, apóstol de Jesucristo, les dice a los hebreos: En distintas ocasiones y de muchas maneras, habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por medio del cual hizo el universo. (Hebreos 1, 1)

• Salmo: 96, 1-2. 7. 9

Ángeles del Señor, adórenlo. Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo, el mundo entero. El trono del Señor, se asienta en la justicia y el derecho. (Salmo: 96, 1-2)

• Evangelio: San Marcos 1, 14-20

El evangelista San Marcos, proclama que, después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea, para predicar el Evangelio de Dios y decía: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios, ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”. (Marcos 1, 14-15)

Lecturas consultadas en:

Id y enseñad,

La Biblia Latinoamérica,

La Biblia de las Américas y

Nuevo Misal del Vaticano II

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Solamente, cuando vino Jesús

Sobre el que se decía, el Reino de Dios, está entre ustedes (Lucas 17, 21) es cuando el Reino de Dios, se abre… En efecto, antes de la llegada del Salvador y la luz del Evangelio, antes de que Cristo, abra la puerta del paraíso al ladrón (Lucas 23, 43), todas las almas de los santos descendían, a la estancia de los muertos.

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Después de la detención de Juan Bautista, Jesús vino a Galilea… Según nuestra interpretación, Juan representa la Ley y Jesús el Evangelio. En efecto, Juan dijo: detrás de mí, viene el que es más fuerte que yo (Marcos 1, 7), y en otro lugar: Hace falta que Él crezca y que yo disminuya (Juan 3, 30): así es, como compara la Ley con Evangelio. Y luego dice: Yo -es decir la Ley– los bautizo con agua, pero Él -es decir el Evangelio- los bautizará con el Espíritu Santo (Marcos 1, 8). Jesús vino, porque Juan había sido encarcelado. En efecto, la Ley es cerrada y encerrada, ya no tiene la libertad pasada; pero nosotros, pasamos de la Ley al Evangelio … Jesús vino a Galilea, predicando el Evangelio, la Buena Noticia del Reino de Dios… Cuando leo la Ley, los profetas y los salmos, jamás pensé, hablar del Reino de los cielos: solamente en el Evangelio.

Porque solamente, cuando vino aquel, sobre el que se decía el Reino de Dios, está entre ustedes (Lucas 17, 21) es cuando el Reino de Dios, se abre… En efecto, antes de la llegada del Salvador y la luz del Evangelio, antes de que Cristo, abra la puerta del paraíso al ladrón (Lucas 23, 43), todas las almas de los santos descendían, a la estancia de los muertos. Jacobo mismo, dice: De luto, bajaré al lugar de los muertos… (Genesis 37, 35) En la Ley, Abraham, está en el descanso de los muertos; en el Evangelio, el ladrón, está en el paraíso. No denigramos a Abraham, todos deseamos reposar en su seno (Lucas 16, 23); pero preferimos a Cristo, en lugar de Abraham, el Evangelio a la Ley.

Leemos que, después de la resurrección del Cristo, muchos santos, aparecieron en la ciudad santa (Mateo 27, 53). Nuestro Señor y nuestro Salvador, predicó sobre la tierra y predicó también en los infiernos; murió, descendió a los infiernos, para liberar a las almas, que estaban retenidas allí (1 Salmo 3, 18-).

Adaptación del texto de San Jerónimo (347-420)

Sacerdote, traductor de la Biblia, doctor de la Iglesia