La Buena Nueva. Lunes, 18 de enero 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 17 ene 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 ene 2021
Tiempo Ordinario I – Ciclo B
Segunda semana
Lunes 18 de enero – 2021
Primera lectura: Hebreos 5, 1-10
San Pablo, apóstol de Jesucristo, les dice a los hebreos: A pesar de que Jesus, era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo; y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación eterna, para todos los que lo obedecen y fue proclamado por Dios, sumo sacerdote, como Melquisedec. (Hebreos 5, 8-10)
Salmo: 109, 1-4
Tú eres sacerdote, para siempre. Juró el Señor y no ha de retractarse: “Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec”. (Salmo: 109, 4)
Evangelio: San Marcos 2, 18-22
El evangelista San Marcos, proclama que, algunas personas, a Jesús le preguntaron: ¿Por qué los discípulos de Juan y de los fariseos ayunan y los tuyos no? Jesús, les contestó: “¿Cómo van a ayunar los invitados a una boda, mientras el novio está con ellos? Mientras está con ellos el novio, no pueden ayunar. Pero llegará el día, en que el novio les será quitado y entonces sí ayunarán”. (Marcos 2, 18-20)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

La Buena Nueva
Cuyo portador es Jesús, pues Él mismo, la inaugura con su palabra y vida; es una realidad acogida con gratuidad y marcada por la alegría, la felicidad y por una relación amorosa y filial con nuestro Dios Padre.
¡Qué admirable, es Jesús! Él, siempre demostrando, su inmenso amor a sus discípulos. Su propuesta, es un desafío, para todas las vertientes de la sociedad y es capaz, de colocar en situaciones incomodas, hasta las tradiciones más sagradas y honorables de una institución religiosa.
Hoy encontramos a Jesús, enfrentándose a los fariseos, de una manera juiciosa y justa, en la forma de realizar el ayuno y lo relativiza con la forma de amor más común, en la vida de un humano. Dios no necesita, que las personas hagan actos fuera de lo común, para acceder a Él. El amor de Dios, no se alcanza a punta de méritos, ni cumpliendo penitencias.
La Buena Nueva, de la que es portador Jesús, que Él mismo, inaugura con su palabra y vida; es una realidad acogida con gratuidad y marcada por la alegría, la felicidad y por una relación amorosa y filial con el Padre Dios.
Jesús, rompe con la religión acostumbrada, a colocar penitencias y privaciones e indica, que lo nuevo es el Evangelio. Lo nuevo que es el Evangelio, se puede mezclar con lo antiguo, que es la ley, solo siguiendo las enseñanzas de Jesús.
¿Seremos capaces, de aceptar la propuesta de Jesús?
Adaptación del texto de Servicio Bíblico Latinoamericano

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