Ser semejantes, a Jesus. Miércoles, 20 de enero 2021 - (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 19 ene 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 ene 2021
Tiempo Ordinario I – Ciclo B
Segunda semana
Miércoles 20 de enero – 2021
Primera lectura: Hebreos 7, 1-3. 15-17
San Pablo, apóstol de Jesucristo, les dice a los hebreos: Melquisedec, es la figura del Hijo de Dios y como él, permanece sacerdote para siempre. Como Melquisedec, Jesucristo ha sido constituido sacerdote, en virtud de su propia vida indestructible y no por la ley, que señalaba que los sacerdotes fueran de la tribu de Leví. La palabra misma de Dios lo atestigua, cuando dice: Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec. (Hebreos 7, 15-17)
Salmo: 109, 1-4
Tú eres sacerdote, para siempre. Juró el Señor y no ha de retractarse: “Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec”. (Salmo: 109, 4)
Evangelio: San Marcos 3, 1-6
El evangelista San Marcos, proclama que, Jesús, entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos, estaban espiando a Jesús, para ver si curaba en sábado y poderlo acusar. Y les preguntó: “¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir? Ellos, se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: “Extiende tu mano”. La extendió, y su mano quedó sana. Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús. (Marcos 3, 1-2. 4-6)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

Ser semejantes, a Jesus
El Evangelio, que se deriva de la vida de Jesus, propone colocarse al servicio del prójimo; hacer el bien, a todo lo que constituye la creación del Señor, salvar las vidas, de los que están inmersos en la muerte. Si la experiencia de fe no nos sirve para eso, entonces no estamos buscando, la semejanza con Jesús de Nazaret.
Cuando la religión coloca la norma, la ley, el derecho sobre la vida; entonces los pobres, los enfermos, las víctimas, los miserables no tienen posibilidad de vivir, de una forma digna.
Esto es, lo que enfrenta Jesús y por eso, su propuesta es desafiante, para los esquemas legalistas de la religión de su tiempo.
La novedad de la Buena Nueva, es vista y asimilada, como un problema grandísimo, para los oficiales religiosos de su tiempo. La propuesta de Jesús, desafía a los esquemas, que se habían tenido como normales y sagrados; lo cual, le acarrea problemas serios.
Mientras Él, propone la vida y la liberación de todas las personas, en especial para los pobres y excluidos; la retorcida religión de su tiempo, lo único que tiene para Jesús, es su destrucción, al declararlo como un sujeto maldito, persiguiéndolo y eliminándolo con la muerte.
El Evangelio, que se deriva de la vida de Jesus, propone colocarse al servicio del prójimo; hacer el bien, a todo lo que constituye la creación del Señor, salvar las vidas, de los que están inmersos en la muerte. Si la experiencia de fe no nos sirve para eso, entonces no estamos buscando, la semejanza con Jesús de Nazaret.
Adaptación del texto del Servicio Bíblico Latinoamericano

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