Reflexión del día viernes, 25 de diciembre - 2020
- Eduardo Ibáñez García
- 24 dic 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 dic 2020
Tiempo de Navidad – Ciclo B
Octava de Navidad – Dia I - Natividad del Señor
Viernes 25 de diciembre – 2020
Primera lectura: Isaías 62, 11-12
El profeta Isaías nos dice: Escuchen, lo que el Señor hace oír, hasta el último rincón de la tierra: “Digan, a la hija de Sión: Mira, que ya llega tu salvador. El premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. Tus hijos, serán llamados Pueblo santo, Redimidos del Señor; y a ti, te llamarán Ciudad deseada, Ciudad no abandonada”. (Isaías 62, 11-12)
Salmo: 96, 1. 6. 11-12
Reina el Señor, alégrese la tierra. Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo entero. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. (Salmo: 96, 1. 6)
Segunda lectura: Tito 3, 4-7
San Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, a Tito le dice: Hermano: Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador: y su amor a los hombres, Él nos salvó, no porque nosotros, hubiéramos hecho algo digno de merecerlo, sino por su misericordia. (Tito 3, 4-5)
Evangelio: San Lucas 2, 15-20
El evangelista San Lucas, proclama que, cuando los ángeles, los dejaron para volver al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Vayamos hasta Belén, para ver eso, que el Señor nos ha anunciado. Se fueron, pues, a toda prisa y encontraron a María y a José; y al niño, recostado en el pesebre.(Lucas 2, 67. 76-79)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

La Natividad de Nuestro Señor Jesús

Cuando se hubieron cumplido los acontecimientos, que debían preceder al advenimiento del Mesías, de acuerdo con los vaticinios de los antiguos profetas; Jesús, llamado el Cristo, Hijo de Dios eterno, se encarnó en el seno de la Virgen María; y, hecho hombre, nació de ella para la redención de la humanidad. Desde la caída de nuestros primeros padres, la sabia y misericordiosa providencia de Dios, había dispuesto gradualmente, todas las cosas; para la realización de sus promesas y el cumplimiento del más grande de sus misterios: la Encarnación de su Divino Hijo.
Quizá es ésta, una fiesta
En la que hay que dejar a un lado, esa perspectiva racional y hacernos niños, para celebrar, con la ingenuidad del niño que todos llevamos dentro.
Hoy, celebramos la fiesta del nacimiento de Jesús de Nazaret, pero en realidad, en esta fiesta, hay muchos componentes, de muy diverso género; y no sería bueno, tratarlos todos como dimensiones teológicas.
Hay también elementos culturales, sociales, históricos, afectivos... Esta mezcla, hace desaconsejable echar mano, sólo de la lupa teológica racional.
Quizá es ésta, una fiesta, en la que hay que dejar a un lado, esa perspectiva racional y hacernos niños, para celebrar con la ingenuidad del niño que todos llevamos dentro.
Adaptación del texto de Servicio Bíblico Latinoamericano

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