El ayuno, guarda muchos sentidos. Viernes, 19 de febrero 2021 - (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 18 feb 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 feb 2021
Tiempo de Cuaresma – Ciclo B
Viernes después de ceniza
19 de febrero – 2021
Primera lectura: Isaías 58, 1-9
El profeta Isaías, proclama que, esto dice el Señor: “Clama a voz en cuello y que nadie te detenga… Denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Me buscan día a día y quieren conocer mi voluntad, como si fuera un pueblo que practicara la justicia y respetara los juicios de Dios... Me dicen todos los días: ¿Para qué ayunamos, si tú no nos ves? …Ese no es un ayuno, que haga oír en el cielo la voz de ustedes. El ayuno que yo quiero de ti, es éste, dice el Señor: …que compartas tu pan con el hambriento y abras tu casa al pobre sin techo; que vistas al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano.” (Isaías 58, 1-7)
Salmo: 50, 3-4. 5-6. 18-19
A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias. Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito, te presento; y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias. (Salmo: 50, 18-19)
Evangelio: San Mateo 9, 14-15
El evangelista San Mateo, proclama que, los discípulos de Juan, fueron a ver a Jesús y le preguntaron: ¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos? Jesús, les respondió: “¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días, en que les quitarán al esposo; y entonces, sí ayunarán”. (Mateo 9, 14-15)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

El ayuno, guarda muchos sentidos
Se ayuna como expresión de duelo, gesto penitencial o medio de purificación; menos conocido, quizá sea considerarlo como preparación, a un momento de mayor trascendencia, que no se alcanza por los propios medios; se ayuna para unirse a la divinidad. Servicio Bíblico Latinoamericano
Hermanos: Dios, que en su sabiduría gobierna todo y de forma excelente y sabia, lleva a buen término las estaciones y los años, nos ha hecho conocer, que ya ha llegado el tiempo de salvación y beneficio para las almas ¡Gracias sean dadas, a quien nos ha revelado este tiempo y juzgados dignos de alcanzarlo! Por eso, en todo momento debemos llevar, una vida santa y pura; y observar los mandamientos de Dios, en particular actualmente.
Ya que es tiempo de purificación, ¡purifiquémonos! Ya que es tiempo de abstinencia, ¡hagamos abstinencia! No sólo de alimentos, porque no sería suficiente. Hagamos abstinencia, de envidiar la buena reputación de nuestro hermano y ponernos en cólera o irritarnos, contra el prójimo. Hagamos abstinencia, de no poner freno a nuestra lengua, dejándola correr como ella quiere. Se debe imponer los límites, ella misma: no hablemos mucho, ni en cualquier momento; hablemos, sólo de temas convenientes.
Nuestros ojos, se deben guardar de miradas impúdicas. Nuestros oídos, deberían permanecer cerrados, abriéndose sólo para escuchar, lo que es agradable a Dios y Él ama. Los exhorto, para que hagan de ustedes mismos, un instrumento musical, un harpa agradable del Espíritu Santo.
Mantengan la paz entre ustedes. La tan venerable Cuaresma fatiga al cuerpo, es cierto ¡Pero a causa del cuerpo, no dejen que se les doblegue el coraje! Como siempre, con un poco de paciencia ¡no sentirán más el peso!
Adaptación del texto de San Teodoro el Estudita (759-826)
Monje en Constantinopla

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