Un camino, de oración. Martes, 18 de mayo 2021 (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 17 may 2021
- 2 Min. de lectura
Tiempo de Pascua – Ciclo B
Séptima semana
Martes, 18 de mayo 2021
Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 20, 17-27
San Lucas, nos dice que, a los presbíteros, de la comunidad cristiana de Efeso, cuando se presentaron, les dijo: Ahora me dirijo a Jerusalén, encadenado en el espíritu, sin saber qué sucederá allá. Sólo sé que el Espíritu Santo, en cada ciudad me anuncia, que me aguardan cárceles y tribulaciones. Pero la vida, para mí, no vale nada. Lo que me importa, es llegar al fin de mi carrera y cumplir el encargo, que recibí del Señor Jesús, de anunciar el Evangelio de la gracia de Dios. Por lo pronto sé que ninguno de ustedes, a quienes he predicado el Reino de Dios, volverá a verme. (Hechos 20, 18. 22-25)
Salmo: 67, 10-11. 20-21
Reyes de la tierra, canten al Señor. Aleluya. Bendito sea el Señor, día tras día, que nos lleve en sus alas y nos salve. Nuestro Dios, es un Dios de salvación, porque puede librarnos de la muerte. (Salmo: 67, 20-21)
Evangelio: San Juan 17, 1-11
El evangelista San Juan, proclama que, Jesús, levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo, también te glorifique; y por el poder que le diste, sobre toda la humanidad, dé la vida eterna, a cuantos le has confiado. La vida eterna consiste, en que te conozcan a ti, único Dios verdadero; y a Jesucristo, a quien tú has enviado.”. (Juan 17, 1-3)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

Un camino, de oración
Bendecir al Señor, por todos los dones recibidos; interceder, por aquellos que puedan flaquear, en la vivencia de su fe. Indudablemente, que la vida de oración, es el empuje para que el creyente, pueda realizar la misión a cabalidad. De cara a la lectura del Evangelio, examinemos, la calidad de nuestra oración. Examinar, que motivos se tienen, para orar.
Esta oración, puesta en labios de Jesús, tiene dos aspectos muy importantes: la proclamación, de la gloria de Jesús junto al Padre, y la intercesión, por los discípulos, que se quedan en el mundo y que han ido, haciendo el camino del discipulado, hasta poner la confianza en Jesús.
El Maestro, ha realizado plenamente, la misión encomendada, desde antes de la encarnación y realizada paso a paso en la vida, hasta llegar a su consumación, en el misterio pascual: muerte y resurrección. Este es el motivo, de la plegaria de Jesús: agradecer, encomendar, interceder.
He ahí, un camino de oración: Bendecir al Señor, por todos los dones recibidos; interceder, por aquellos que puedan flaquear, en la vivencia de su fe. Indudablemente, que la vida de oración, es el empuje para que el creyente, pueda realizar la misión a cabalidad. De cara a la lectura del Evangelio, examinemos, la calidad de nuestra oración. Examinar, que motivos se tienen, para orar.
Adaptación del texto de Servicio Bíblico Latinoamericano

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