Una de las formas, del ateísmo moderno. Viernes, 12 de febrero 2021 - (Reflexión)
- Eduardo Ibáñez García
- 11 feb 2021
- 2 Min. de lectura
Tiempo Ordinario I – Ciclo B
Quinta semana
Viernes 12 de febrero – 2021
Primera lectura: Génesis 3, 1-8
La serpiente, le dijo a la mujer: Eso de que ustedes van a morir, no es cierto. Al contrario, Dios sabe muy bien que, si comen de esos frutos, se les abrirán los ojos y serán como dioses, pues conocerán el bien y el mal. Entonces, los frutos de aquel árbol le parecieron a la mujer apetitosos, de hermoso aspecto y excelentes para adquirir sabiduría. (Génesis 3, 4-7)
Salmo: 31, 1-2. 5-7
Perdona, Señor, nuestros pecados. Dichoso aquel, que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso aquel, en el que Dios, no encuentra ni delito, ni engaño. (Salmo: 31, 1-2)
Evangelio: San Marcos 7, 31-37
El evangelista San Marcos, proclama que, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces, a un hombre sordo y tartamudo; y le suplicaban, que le impusiera las manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: “¡Effetá!” (que quiere decir “¡Ábrete!”). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad. (Marcos 7, 31-35)
Lecturas consultadas en:
Id y enseñad,
La Biblia Latinoamérica,
La Biblia de las Américas y
Nuevo Misal del Vaticano II

Una de las formas, del ateísmo moderno
Es la que pone la liberación del hombre, en su liberación económica y social, principalmente.
La razón más alta de la dignidad humana, consiste en la vocación del hombre, a la unión con Dios. Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios. Existe pura y simplemente, por el amor de Dios, que lo creó; y por el amor de Dios, que lo conserva. Y sólo se puede decir, que vive en la plenitud de la verdad, cuando reconoce libremente, ese amor y se confía por entero a su Creador.
Muchos son, sin embargo, los que hoy día, se desentienden del todo, de esta íntima y vital unión con Dios o la niegan en forma explícita. Es este ateísmo, uno de los fenómenos más graves de nuestro tiempo... Unos, niegan a Dios expresamente. Otros, afirman que nada puede decirse, acerca de Dios. Los hay, que someten la cuestión teológica, a un análisis metodológico tal, que reconoce como inútil, el propio planteamiento de la cuestión.
Muchos, rebasando indebidamente, los límites sobre esta base puramente científica; o por el contrario, rechazan sin excepción, toda verdad absoluta... Hay quienes, imaginan un Dios por ellos rechazado, que nada tiene que ver, con el Dios del Evangelio. Otros, ni siquiera se plantean la cuestión de la existencia de Dios, porque, al parecer, no sienten inquietud religiosa alguna y no perciben el motivo, de preocuparse por el hecho religioso. Además, el ateísmo nace a veces, como violenta protesta, contra la existencia del mal en el mundo... Entre las formas del ateísmo moderno, debe mencionarse, la que pone la liberación del hombre, principalmente en su liberación económica y social.
Adaptación del texto del Concilio Vaticano II

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